1 Doctorante. Catedrático. Docente. Puebla, México. E-mail: s.osorio@lainter.edu.mx ORCID: http://orcid.org/0000-0002-2739-8253 Google Scholar: https://scholar.google.com/citations?hl=es&view_op=list_works&authuser=2&gmla=AJsN-F5xErvYh5dIH2Y3Z6Ka1pjOwS9Djublv3DqiqatlSUQz5D-83UISnQNK03FoNb4iJnItZOMEa_ujbMNE5tG5cMF7qAIajSFGE56RSQXGh4FaUMbelo&user=1BO7bCcAAAAJ

Universciencia

Enero-abril - Año 19 - Núm. 56 - 2021

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Recepción: 07-julio-2020

Aceptación: 01-agosto-2020

Pág. 43-50

Hacia una transformación docente con mentalidad

de crecimiento y resiliencia

Towards a teacher-minded transformation

growth and resilience

Resumen

El objetivo de este artículo es realizar una reflexión sobre una nueva transformación docente en el contexto escolar, enfrentando los cambios generados por la actual sociedad volátil. Se presenta la idea de desarrollar en el docente una mentalidad de crecimiento y resiliencia como nuevas formas de pensar y actuar hacia el desarrollo de acciones transformadoras de su praxis, así como evidenciar las ventajas que aportan estas en el contexto educativo. Se realiza una propuesta de un taller vivencial como una opción para mejorar la actitud y desempeño docente, buscando impactar positivamente entre sus pares y estudiantes.

Palabras clave: transformación docente, mentalidad, crecimiento, resiliencia

Abstract

The intention of writing this article is for realizing a reflection about a new teacher’s transformation in the scholar context, facing the changes generated by the current volatile society. The idea of developing a growth and resilience mentality is presented to the teacher as new ways of thinking and acting towards the development of transformative actions of its praxis, as well proving the advantages provided by these in the educational context. A proposal for an experiental workshop is made as an option to improve teaching attitude and performance looking to positively impact their peers and students.

Key words: teacher transformation, growth, mindset, resilience.

Sharon

Osorio Benítez1

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1. El docente actual ante el fenómeno globalizador y la sociedad volátil

A mediados de los años cincuenta y sesenta se desarrolló un fenómeno económico de libre mercado expansivo a nivel mundial, originado en Estados Unidos de América del Norte, el cual trajo consigo un sinnúmero de cambios económicos, políticos, sociales, tecnológicos y ambientales, impactando en América Latina de manera poco ventajosa con resultados económicos y educativos por debajo de los estándares de países desarrollados de ese entonces. Este proceso desembocó en la globalización, la cual marcó una nueva era, donde cada país se incorporó a una aldea global de intercambio de mercancías, servicios, información y un alto grado de competitividad, que ha modificado desde entonces la visión y actuación humana en muchas esferas de la vida, ocasionando se vivencie de una manera acelerada.

Situando en el contexto educativo, el fenómeno económico de la globalización ha marcado junto con el Banco Mundial los referentes que dirigen las políticas educativas de los países de la aldea global, anteponiendo intereses de tipo económico a los educativos, para arrojar a la sociedad individuos clasificados en su mayoría como mano de obra barata, sin ser lo suficientemente apta para satisfacer las necesidades de países desarrollados dentro de políticas internacionales capitalistas. En este sentido, el docente es el peón intermedio entre esas políticas educativas y la realización de programas de estudio descontextualizados, partícipe en un juego de ajedrez donde el desafío es adaptarse a las necesidades o requerimientos nuevos aplicándolos en el contexto escolar.

Un ejemplo de ello se presentó en el año 2012, donde el Banco Mundial benefició a México con el Préstamo de Desarrollo de Políticas por US $300.75 millones. Dichos fondos contribuirían al gobierno para desarrollar un proyecto innovador en el país, cuyo objetivo era mejorar la calidad de los servicios educativos, la competitividad y la inclusión social propuesta en la llamada Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS), pretendiendo hacer más eficiente el Sistema de Educación Media Superior (SEMS) e impactar en el mercado laboral al aumentar el porcentaje de graduados de las escuelas en dicho nivel. Todo esto en un marco de calidad y cobertura, proyectando mayor rendimiento hacia el país tal como lo afirmó entonces la Directora del Banco Mundial para México y Colombia, Gloria M. Grandolini: “El país da un paso en favor de los más jóvenes y construye bases sólidas que les permita ser absorbidos por la fuerza laboral formal” (Banco Mundial, 2012). El apoyo recibido significaba inyectar soluciones innovadoras de desarrollo, reforzando un liderazgo y colaboración entre México y Colombia. El programa contemplaba tres áreas de mejora:

• Optimizar en la EMS (Educación Media Superior) el cambio de estudiantes entre subsistemas, traslados de un plantel a otro, así como la revalidación de estudios.

• Incrementar el ingreso y permanencia a nivel medio superior con posibilidades de incorporarse al campo laboral o estudios superiores, así como aumentar el porcentaje en los resultados de prueba ENLACE (2014) (actualmente PLANEA) en el área de matemáticas y comunicación de un 10 a un 15 por ciento más.

• Disminuir la deserción escolar, ofreciendo diversas opciones en estudiantes que trabajan y tienden a abandonar por ello la escuela.

Con lo anterior, la inversión económica del Banco Mundial (BM) apoyaba a la nueva reforma (RIEMS), siendo el segundo préstamo para México desde una postura de confianza, donde invertir en educación garantizaría elevar a futuro el sector productivo y generar recapitalización del país, ello con la infraestructura educativa adecuada. Pero, ¿quiénes serían los responsables directos de esos resultados? ¿Quién es capaz de moldear actitudes, ideologías y transformar en esta toma de decisiones, acciones a futuro? Se habla de la figura del docente en esta perspectiva globalizadora de la educación; un gran reto.

Por otro lado, los puntajes de las pruebas estandarizadas que obtienen cada año los estudiantes en secundaria y bachillerato, son resultado de la labor y coordinación de las autoridades, padres de familia y docentes. Estas evaluaciones son de alto impacto por los contrastes que se realizan con sus resultados a nivel nacional e internacional. Sin embargo, los gobiernos responsabilizan a las autoridades educativas y docentes frente al grupo, estos son los encargados de lograr resultados de calidad lo suficientemente satisfactorios.

En consecuencia el presente artículo cobra sentido, dado que se analiza el papel fundamental que desempeña el docente; como la figura que ejerce con liderazgo, profesionalismo y pasión su práctica debe utilizar las tecnologías de la información y comunicación (TIC) que tenga a su alcance, desenvolviéndose en escenarios heterogéneos de

la vida del estudiante, impactando y motivándolo a continuar su tránsito por los diferentes niveles escolares hasta llegar en el mejor de los casos a posgrado; o bien, apoyarlo en el desarrollo de competencias para la vida laboral. De ahí que la transformación docente sea un tema medular con atención pertinente.

En el quehacer docente por la mejora educativa, entre otras cuestiones para atender las diversas problemáticas que se presentan en el aula, es oportuno un trabajo colegiado entre docentes y especialistas que busquen promover cambios en su práctica, desarrollando una transformación de un tipo de mentalidad cerrada hacia una mentalidad de crecimiento. Tal ejemplo se observa en un Bachillerato General Oficial ubicado en el municipio de San Andrés Cholula, Puebla, donde algunos docentes bajo observación demuestran que no desean cambiar su forma de trabajar porque siempre les ha funcionado lo que hacen y se sienten cómodos, muestran apatía en los cursos de actualización docente, mismos que como docente he podido impartir en la zona escolar 046. Los docentes se muestran renuentes a una innovación de su praxis. Esto significa un desafío urgente: transformarlos hacia buenos docentes, modificar este tipo de mentalidad cerrada a un tipo de mentalidad abierta, donde se manifieste un cambio significativo.

Por lo anterior surge la pregunta: ¿por qué el desempeño y personalidad del docente impactaría al estudiante dentro y fuera del aula en el Bachillerato Oficial General “Justo Sierra”? El objetivo general fue vincular la personalidad del docente en el aula y su impacto en el alumno para la formación del buen maestro que debería ser.

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2. Transformando mentalidades en el docente

Desde la perspectiva vigotskiana: “El papel de partícipe y organizador del aprendizaje” (Calle y Guamán, 2014, p. 12), que lleva a cabo el docente como apoyo para el estudiante, le otorga a su praxis suma importancia, y debe estar consciente que esta es de gran influencia para sus estudiantes y el contexto en el que se desenvuelve.

El docente, al educar, debe impulsar la formación de personas sanas que desarrollen autoconocimiento e inteligencia emocional, para después conocer y ayudar a sus pares o estudiantes y aprovechar al máximo en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Esta conceptualización coloca al docente como un coach que primero debe conocerse a sí mismo, tener una mentalidad de crecimiento, resiliencia y diferentes competencias para desempeñar su rol con calidad, condición para asegurar el aprendizaje en los estudiantes (Murillo, González y Rizo, 2006).

3. Hacia la construcción de una mentalidad de crecimiento

“La calidad de un sistema educativo depende en gran medida de la calidad de su profesorado” (OCDE, 2019, p. 5).

A nivel internacional, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) promueve políticas para mejorar el bienestar económico y social de las personas en todo el mundo, con la finalidad de asistir a los países en el desarrollo de un personal educativo de alta calidad. Se han considerado estrategias y estudios citando

el Estudio Internacional sobre la Enseñanza y el Aprendizaje (TALIS), mediante el cual se analizó el trabajo y las actitudes de los profesores, el papel de los directores de los centros educativos y el entorno de aprendizaje; con él “Intentamos reforzar la profesión docente e idear entornos de aprendizaje más innovadores que tengan en cuenta las nuevas pedagogías que formarán a los alumnos del siglo XXI” (OCDE, 2019, p. 1). Con este tipo de estudios se busca analizar la formación de los profesores en los países miembros de la organización. Es evidente que dicho aspecto es fundamental, dado que se mide el resultado de su impacto en los estudiantes para generar el desarrollo de políticas, investigaciones y prácticas relacionadas con su educación inicial, al igual que la Evaluación Internacional de las Competencias de Adultos (PIAAC), que muestra si las competencias de los adultos responden a las exigencias de la vida cotidiana y del trabajo.

En ese sentido, entre 50 países de América y Europa se considera que “Un buen docente... es un profesional comprometido con su labor y mejora” (Murillo, González y Rizo, 2006, p. 31), debe mantenerse en constante actualización, tanto en conocimientos como en adquisición de nuevas estrategias de aprendizaje o herramientas tecnológicas, también fomentar su crecimiento personal, por ello la participación de los docentes en un taller vivencial para transformar su autoconcepto les permitiría conocer qué tipo de mentalidad posee, la imagen que proyecta a sus pares y alumnos, así como el desarrollo de resiliencia y darse cuenta de sus áreas de mejora a trabajar, ello enriquecerá su calidad como persona e impactará en su desenvolvimiento profesional, necesaria en una

sociedad cuyos patrones actitudinales es dinámica de generación en generación.

En México, el desarrollo de la mentalidad de crecimiento es evaluado en los estudiantes a través del informe PISA, el cual demuestra si el docente siente pasión por lo que hace. Es claro que influye la forma en que se presenta el docente, desde su arreglo personal hasta su desempeño en el aula como transmisor de conocimientos. Dweck (2006) afirma que desarrollar una mentalidad de crecimiento lleva a alcanzar éxitos diversos, al enfrentar desafíos personales y profesionales, donde se ponen en juego talentos, habilidades blandas/duras y capacidades innatas o adquiridas durante la vida, otorgando un nivel placentero a la profesión que cada quien realice. Se debe llegar al disfrute, lo que hace ser auténtico y aprender a resolver problemas con efectividad.

4. Construyendo resiliencia docente

¿Un adulto puede construír resiliencia o desarrollarla?, definitivamente, pero no solo eso, es posible y necesario. El neurólogo y psiquiatra, especialista en la teoría del apego, Cyrulnik (2018) afirmó en una entrevista:

“La resiliencia se define como el iniciar un nuevo desarrollo después de un trauma, descubriendo las condiciones que la permiten como son la segurización, la recuperación, las relaciones y la cultura…así las caracterísiticas de una persona resiliente depende la manera en que se construye la personalidad y de su entorno antes del trauma y después del trauma” (min 1,46).

El psiquiatra opina que desde pequeños la madre juega un papel importante, ya que ella educa en casa y estructura la educación. Así, construye un entorno protector para su hijo; la seguridad es muy importante en el pequeño, pues aprenderá a ser seguro de sí mismo y lo proyectará en la escuela, se comportará de esa manera con los demás, sin embargo, si un menor vive violencia conyugal y/o precariedad social constituyen dos elementos que pueden favorecer a un entorno inseguro y es ahí donde surgen los problemas.

Por lo tanto, cuando los padres crean un apego familiar se produce lo que para Cyrulnik (2018) es la seguralización: el menor crece día a día en seguridad, creando un vínculo o sentimiento de familiaridad con sus padres, aprendiendo comportamientos positivos; con esto se afirma que si desde la infancia los padres trabajan en ello, con el tiempo se forman adultos seguros y resilientes. Ahora bien, en la escuela el papel del docente es importante, ya que se suma en esa formación de seguridad y resiliencia en el contexto escolar. Pero primero, los docentes deben trabajar en ellos mismos, transformarse hacia la innovación y aprendizaje, pero es vital desarrollar la resiliencia, pues antes de ser profesionales de la educación son personas en constante mejoría, requieren conocerse a sí mismos, para después conocer a los demás, ser empáticos y, en lo laboral, guiar y formar alumnos con calidad humana, íntegros y, en estos tiempos de pandemia o sin ella, resilientes.

En los países del norte de Europa, se ha cambiado la cultura, se ha realentizado el aprendizaje para aprender el arte de vivir, tener buena autoestima, desarrollar la confianza, disfrutar

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de sana convivencia, hacer deporte, leer, jugar, ir a la escuela, tomarse su tiempo para desarrollar diversas capacidades y competencias aptas para la vida (Cyrulnik, 2018). Un ejemplo de ello es Finlandia, donde los estudiantes, resultado de lo anterior, ocupan los primeros lugares en pruebas estandarizadas, son seguros de sí mismo, resilientes y llevan una vida feliz. Detrás de ese éxito están los maestros que conforman las escuelas.

Como se explicó, el docente impacta en sus alumnos de manera positiva o negativa, se quiera o no. Se vive actualmente en una sociedad líquida donde el consumo y el pertenecer a un grupo lleva a una pérdida de valores y búsqueda de identidad; es una realidad que se vive en las escuelas. En ocasiones, el docente evita tener contacto cercano con sus estudiantes porque no se siente capacitado para manejar situaciones emocionales o personales que aquejan al alumno.

A nivel medio superior (bachillerato), los estudiantes requieren de un acompañamiento integral y profesional. El desempeño docente es un marco de referencia importante para el estudiante, no importando el área a la que pertenezca o el tipo de conocimiento que imparta. Su personalidad, liderazgo, motivación, carácter, ética conductual son ejemplo a seguir para los alumnos. Requiere ser una persona íntegra que motive a los estudiantes, que ostente una imagen de confianza, profesional, de seguridad, respeto, resiliencia y con mentalidad de crecimiento. Por ello, el docente debe ser un agente en constante transformación y actualización; debe poseer competencias que le permitan desempeñar su trabajo con calidad y eficiencia; pero sobretodo debe ser consciente del impacto que genera en la actualidad.

5. Plan de propuesta del proyecto educativo

Partiendo de dicha premisa es que tiene lugar la presente propuesta de proyecto educativo, punto medular del presente artículo: implementar en las escuelas un taller vivencial de transformación docente y resiliencia, dirigido a la planta docente. Dicho taller se puede realizar en las instalaciones del plantel, considerando:

1. Sujetos/población: los sujetos a estudiar (universo) o la cantidad total docentes adscritos y personal administrativo que designe el directivo de común acuerdo (cualitativo y cuantitativo).

2. Procedimiento del trabajo: A) identificación de necesidades: aplicando un test diagnóstico llamado ventana de Johari, donde se establezcan las necesidades a cubrir para la realización del trabajo; y B) recursos:

a) Humanos: docentes especialistas con perfil en psicología, pedagogía.

b) Materiales: uso de las instalaciones del plantel educativo, así como equipo multimedia si es que se tiene el acceso.

c) Financieros: considerar si el plantel educativo pertenece al sistema público o privado, buscando apoyo de Comités de padres de familia, ayuntamientos, regiduría; o bien, aportaciones de los propios docentes.

3. Profesionales involucrados en el taller: ponentes, coordinadores, directivos.

4. Temporización y ubicación: se sugiere que el taller se realice al inicio de cada semestre del ciclo escolar, en la institución educativa donde laboren

los docentes. Una sesión por mes, con duración de una hora aproximadamente, dando seguimiento a las áreas de mejora detectadas y avances de los docentes.

5. Intervenciones educativas: se llevará a cabo un formato grupal para las ponencias. Con base en los resultados y necesidades se propone atención individual para intervención terapéutica externa, siempre y cuando el docente lo acepte. Para desarrollo de mentalidad de crecimiento y resiliencia se trabajarán con lecturas propias, actividades lúdicas, de integración para docentes y actividad de sensibilización sistemática. En cuanto a las actividades se consideran:

• Dinámicas en actividades grupales que permitan la interacción de maestros.

• Dinámicas de gimnasia cerebral, tales como unir puntos con una indicación de sensibilización sistemática.

• Observación de videos “Vendedor de humo”, “El circo de las mariposas”, “Coach Carter”.

• Lecturas dirigidas sobre mentalidad de crecimiento, resiliencia, transformación docente.

• Aplicación de diversos test para diagnóstico, seguimiento y evaluación.

Cada sesión debe tener tema, objetivo, estrategias, actividades a desarrollar, recursos, temporización e indicadores de evaluación como listas de cotejo o rúbricas.

6. Evaluación: la evaluación tiene como finalidad identificar actitudes de la personalidad del docente, así como las conductas asociadas a ellas.

a. Evaluación diagnóstica: se aplicará el test Ventana de Johari.

b. Evaluación intermedia: test HTP, test de frases incompletas, test de Bender.

c. Evaluación final: se medirá el cambio actitudinal a partir de la integración de equipos en los docentes. Se aplicará nuevamente el test de la Ventana de Johari.

6. Discusión

Al considerar la información que arroja el informe en coordinación con el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), denominado “El desafío del desarrollo de habilidades en América Latina: Un diagnóstico de los problemas y soluciones de política pública” (Fiszbein, 2016). Los sistemas educativos en América Latina no brindan los recursos humanos que demanda el sector empresarial para salir a flote, debido a la carencia de habilidades fundamentales, siendo en primer lugar las básicas: matemáticas y de lectoescritura; en segundo lugar las técnicas, referentes a las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC); en tercer lugar, las habilidades socio-emocionales o blandas, que son transferibles y susceptibles de adquirirse en comunidad, el contexto familiar o escolar, uno de los puntos elementales abordados en el presente artículo. Estas deben desarrollarse en los docentes para formarlas en los estudiantes, ya que son necesarias para la resolución de problemas diversos y relevantes en cualquier tipo de trabajo. La resiliencia es, pues, una de las soft skills elementales para afrontar la nueva normalidad de la sociedad global, constriñe transformar al ser humano desde una perspectiva de crecimiento, en las circunstancias actuales, poco favorables y desventajosas en su mayoría para todos los países a nivel mundial. Es ineludible dar este salto cuántico hacia la transformación en aquellos hombres y mujeres que son formadores de nuevas generaciones de individuos, que están adaptándose a las consecuencias desafortunadas generadas por la pandemia del virus covid-19, para los institutos

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escolares y docentes, más que un desafío, es una necesidad el re-aprender a vivir y a instruir completamente diferente dentro y fuera del aula.

Conclusión

Actualmente existe una sociedad líquida donde el consumo y el pertenecer a un grupo determinado, lo cual lleva a una pérdida de valores y búsqueda de identidad por parte de los estudiantes; es una realidad que se vive en las escuelas. El docente debe estar capacitado para manejar situaciones emocionales, personales o éticas que aquejan a sus estudiantes; ser un facilitador de conocimientos, transmisor de experiencias, emociones, modos de actuar y pensar. Su labor no termina en una sesión de clase, es determinante en la formación holística de sus alumnos, por lo tanto, esta propuesta de implementar el taller en la escuela es un paso hacia delante donde se vislumbraría una mejora positiva y palpable para la misma. No significa la solución mágica a los problemas escolares, pero sí una excelente opción para comenzar a generar cambios significativos necesarios en la educación.

La transformación y mejoría de la práctica en el docente provoca convertirse en un agente motivador, consciente de modificar y mejorar el contexto donde se desenvuelve, vislumbrando resultados positivos propios, con los estudiantes y en la escuela. Sin lugar a dudas, el docente debe pasar por cambios de mentalidad y transformación integral constante no solo como persona, también como profesional del cual dependen muchas vidas en una sociedad cambiante.

REFERENCIAS

BIBLIOGRÁFICAS

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Calle, C. A. y Guamán, I. (2014). Rol del docente en la práctica de valores. Recuperado de: https://dspace.ucuenca.edu.ec/bitstream/123456789/20810/1/TESIS.pdf

Cyrulnik, B. (2018). Resiliencia: el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional. Entrevista realizada por BBVA, A. Juntos.

Dweck, C. (2006). Mindset. La actitud del éxito. España: Sirio S.A.

Fiszbein, A. C. (2016). El desafío del desarrollo de habilidades en América Latina: Un diagnóstico de los problemas y soluciones de política pública. Recuperado de: http://disde.minedu.gob.pe/bitstream/handle/MINEDU/5224/El%20desaf%c3%ado%20del%20desarrollo%20de%20habilidades%20en%20Am%c3%a9rica%20Latina.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Murillo, F., González, V., & Rizo, H. (2006). Evaluación del desempeño y carrera profesional docente. Un estudio comparado entre 50 países de América y Europa. Chile: Andros Impresores.

OCDE (2019). El trabajo d ela OCDE sobre educación y competencias. Recuperado de: https://www.oecd.org/education/El-trabajo-de-la-ocde-sobre-educacion-y-competencias.pdf