Universciencia
ISSN: 1665-6830
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.0 Genérica (CC BY-NC-ND 2.0)
https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/deed.es
Universciencia
Enero-abril - Año 21 - Núm. 62 - 2023
http://revista.soyuo.mx/index.php/uc
universcienciasoyuo.mx
universciencia@soyuo.mx
Recepción: octubre-2022
Aceptación: julio-2022
Pág. 13-24
Resumen
En la investigación en salud, es crucial disponer de un instrumento de recolección de
datos válido para obtener la información deseada. Para validar dichos instrumentos,
los investigadores suelen utilizar protocolos como el propuesto por Lawshe en 1975.
En dicho protocolo, un panel de expertos evalúa los ítems propuestos y determina
si deben ser incluidos en el instrumento o no. Sin embargo, la propuesta original
de Lawshe presentaba algunas debilidades y complicaciones cuando el número de
expertos variaba. Por lo tanto, en 2008, Tristán sugirió algunas modicaciones para
que las investigaciones más pequeñas puedan beneciarse de paneles de expertos más
reducidos. De esta manera, las investigaciones de alcance limitado pueden obtener
los benecios de un panel de expertos sin el rigor excesivo del modelo de Lawshe.
Este enfoque es especialmente relevante en investigaciones relacionadas con la salud,
donde la atención se centra en un grupo reducido de pacientes bajo observación y
el personal disponible para llevar a cabo procesos de obtención de información es
limitado. Este obstáculo puede limitar el avance de la investigación en esta área. En
este trabajo, se presentan los preceptos de ambos procesos, el original de Lawshe
y el modicado por Tristán, y se ofrece un ejemplo de aplicación práctica. Esto
permitirá a los investigadores considerar la replicación de estos procesos y llevar
a cabo intervenciones que antes podrían haber sido obstaculizadas por la falta de
expertos disponibles.
Palabras clave: investigación, salud, metodología, tecnología.
Abstract
In health research, having a valid data collection instrument is crucial for obtaining
the desired information. To validate such instruments, researchers often use validation
protocols such as the one proposed by Lawshe in 1975. In this protocol, a panel
of experts evaluates the proposed items and determines whether they should be
included in the instrument or not. However, Lawshe’s original proposal had some
weaknesses and complications when the number of experts varied. Therefore, in
2008, Tristán proposed some modications so that smaller investigations could
benet from smaller expert panels. This way, limited scope research can obtain the
benets of an expert panel without the excessive rigor of Lawshe’s model. This
approach is particularly relevant in research related to mental health, where attention
is focused on a small group of observed patients and the available personnel for
information gathering processes is limited. This obstacle can limit the progress of
research in this area. In this work, the precepts of both processes, Lawshe’s original
and Tristáns modied, are presented and a practical application example is provided.
This will allow mental health experts to consider replicating these processes and carry
out interventions that could previously have been hindered by the lack of available
experts.
Key words: research, health, methodology, technology.
13
VaLidación de instrumentos de recoLección de información:
imPLementando eL modeLo tristán/Lawshe
1
Benemérita Universidad Autónoma de
Puebla. Doctor. Puebla, México. E-mail:
cesar.bogc@gmail.com ORCID: https://
orcid.org/0000-0001-9279-8870 Google
Scholar: https://scholar.google.com/
citations?user=k6w0P9sAAAAJ&hl=es
information coLLection instruments VaLidation by imPLementing the
tristan/Lawshe modeL
césar augusto
borromeo-garcía
1
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INTRODUCCIÓN
La salud es un factor crítico para el bienestar
general de un individuo, en este sentido, existe un
gran número de profesionistas de la salud, desde
médicos generales y especialistas, enfermeras,
técnicos, químicos, y demás; que conviven con
pacientes y requieren utilizar un gran número
de herramientas para apoyar sus actividades.
Entre estas herramientas, se encuentran algunas
tecnologías, tanto software como hardware, que
en muchas ocasiones forman parte del día a día de
estos profesionistas.
Por lo tanto, es fundamental conocer cuáles
son estas herramientas y promoverlas a los futuros
profesionistas, es decir, estudiantes del área de la
salud, con el n de fomentar prácticas que normalicen
su empleo e implementación y que los profesionistas
estén más preparados para su futuro empleo.
Aunado a ello, contar con instrumentos de
recolección de datos válidos y conables también
es importante para promover la investigación en el
área de la salud. Los instrumentos de recolección
de datos son herramientas utilizadas para medir y/o
conocer diferentes aspectos de un fenómeno (como
opiniones, cantidades, y datos estadísticos) o los
relacionados con la salud (como la sintomatología,
la calidad de vida y la capacidad funcional, entre
otros); por ello, es crucial que estos instrumentos
sean validados para su uso en diferentes contextos
y poblaciones. Para ello, se propone la validación
mediante un panel de expertos en el área. Estos
expertos pueden proporcionar información
valiosa sobre la relevancia y la idoneidad de los
instrumentos de recolección de datos en diferentes
contextos y poblaciones.
En este trabajo se sugiere la implementación
del modelo de Lawshe, modicado por Tristán
(2008), donde un panel de expertos valida un
instrumento de recolección de información. El
objetivo es aplicar el instrumento resultante en
una investigación que busca conocer la medida en
que las tecnologías emergentes se transeren de la
práctica del cuidado de la salud hacia la docencia en
el área de la salud. De esta forma, a lo largo de estas
páginas se presenta el proceso seguido y se ofrecen
opciones para replicar este proceso y promover la
validación de instrumentos mediante un panel de
expertos.
DESARROLLO
Qué es un instrumento de recolección de información
Un elemento esencial en la investigación es el
instrumento utilizado para recolectar datos, el cual
permite medir aspectos relevantes del estudio.
Según Hernández y Duana (2020), el instrumento
de recolección de datos es una herramienta que
posibilita obtener conocimiento cientíco a través
de la obtención de datos abstractos. Estos datos
luego pueden ser analizados, interpretados y
proporcionar información valiosa sobre lo que se
busca medir o conocer.
Los instrumentos de recolección de
información se dividen en dos categorías muy
comunes: cuantitativos y cualitativos. Algunos
autores incluso consideran que pueden ser mixtos,
combinando enfoques cuantitativos y cualitativos
(Hernández y Duana, 2020). Sin embargo, y a pesar
de encontrarse en una u otra clasicación, muchos
instrumentos pueden recopilar información de
14
Validación de instrumentos de recolección de información: implementando el modelo tristán/lawshe -
césar augusto Borromeo-garcía
ambos enfoques. Por ejemplo, una herramienta
cuantitativa puede incluir datos cualitativos y
viceversa, dependiendo de la habilidad del creador
del mismo y el diseño de la investigación. Algunos
ejemplos usuales de instrumentos de recolección de
información incluyen encuestas, guías de entrevistas,
diarios de investigadores, matrices de observación,
análisis de contenido, análisis del lenguaje, chas de
cotejo, documentación, entre otros.
Es importante tener en cuenta que
independientemente del tipo de instrumento
utilizado, siempre se debe seguir un proceso de
validación y medición de conabilidad. Estos
procesos son independientes del diseño del
instrumento y permiten asegurar que este sea
adecuado para medir lo que se propone. Aunque en
este trabajo no se cubrirá el proceso de medición
de conabilidad, se abordará el proceso de
validación.
Formas de validación de un instrumento
Durante la planicación de una investigación
es crucial llevar a cabo un proceso de validación
del instrumento de recolección de datos. Dicho
proceso permitirá determinar la pertinencia,
excesividad, inexactitud o adecuación de la
información obtenida, así como la adecuación
del formato y presentación usados. Además, esta
validación posibilita obtener retroalimentación
externa para evitar parcialidades y posibles errores
no percibidos por los autores del instrumento. Por
lo tanto, la validación del instrumento es no solo
recomendable sino necesaria.
Existen diferentes métodos para llevar a
cabo la validación del instrumento, como los
métodos estadísticos (Cupé y García, 2015), el
pilotaje (Bolaños, 2014), y el panel de expertos
(Galán, 2011; González et al., 2017; Jaramillo y
Osses, 2012; Tristán, 2008). Estos métodos pueden
ser combinados según las necesidades especícas
de cada estudio, como el enfoque cuantitativo
o cualitativo. En estudios de salud, el método de
validación directa con expertos es el más utilizado.
En este caso, se seguirá el método de
validación a través de un panel de expertos,
dado que se trata de un estudio relacionado con
la salud. Es importante considerar el enfoque de
la investigación (cuantitativo o cualitativo) y si el
instrumento recolectará información de alguna
de estas formas. En este caso, se trata de un
estudio cuantitativo, aunque el instrumento ha
sido diseñado para recopilar información tanto
cuantitativa como cualitativa, con el n de lograr
un mejor entendimiento.
Cabe mencionar que, la validación de un
instrumento de recolección de datos es un proceso
crítico que forma parte integral del diseño de una
investigación. Este proceso es fundamental para
determinar si la información recopilada es necesaria,
precisa, excesiva o adecuada, y para evaluar si el
formato y la presentación son los más apropiados.
Además, permite la retroalimentación de expertos,
ya que la investigación realizada por uno o varios
miembros del equipo puede estar sesgada por sus
propias creencias y prácticas, lo que puede hacer
que se pasen por alto fallos, errores o problemas.
La selección del instrumento de recolección
de datos depende del diseño de la investigación
y de la técnica de obtención de información
seleccionada. En este caso, se ha elegido una
encuesta estructurada. La creación del instrumento
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es el último paso antes de la validación y se puede
lograr de diversas formas. Por ejemplo, la propuesta
de Cisterna (2005) considera clave los primeros
pasos de la formulación de la investigación,
como el problema, las preguntas y objetivos de
investigación, que permiten a los investigadores
mantener una dirección ja mientras avanzan en la
investigación, por lo tanto, se sugiere utilizar estos
elementos como un paso crucial antes de continuar
con la creación del instrumento. Así mismo, se
recomienda tener un eje temático de exploración,
como el uso de tecnología en la práctica del
cuidado de la salud, antes de proceder con los
pasos siguientes y la propuesta, que se muestra a
continuación:
Figura 1
Propuesta de creación de un instrumento de Cisterna
Nota: Es el proceso propuesto por Cisterna
(2005) para generar instrumento de recolección
de información que estén basados en el tema,
preguntas y objetivos de investigación.
Fuente: Cisterna (2005).
Una vez que se tienen las subcategorías denidas, se
procede a la creación de los ítems del instrumento
de recolección de información, es decir, las
preguntas especícas que se usarán en la encuesta
estructurada en este caso. Cada ítem deberá ser
diseñado de tal forma que permita obtener la
información deseada para responder a las preguntas
y objetivos de investigación. Es importante que los
ítems sean claros, concisos y adecuados para el
público objetivo de la investigación.
En este caso se crearon 22 preguntas para
la encuesta estructurada, siguiendo el proceso
propuesto por Cisterna (2005). Estas preguntas
se enfocaron en el uso de tecnología en la práctica
del cuidado de la salud y abarcaron temas como
la frecuencia de uso de tecnología, los tipos de
tecnología utilizados, las ventajas y desventajas
percibidas del uso de tecnología en el cuidado de la
salud, entre otros.
Es relevante mencionar que una vez generada
la encuesta es necesario realizar pruebas piloto y
validaciones para asegurar la abilidad y validez del
instrumento de recolección de información. Estas
pruebas permiten identicar posibles errores o
inconsistencias en el diseño de la encuesta y llevar
a cabo las correcciones necesarias antes de llevar
a cabo la recolección de datos en la investigación
principal.
Validación con panel de expertos
El panel de expertos es una estrategia apropiada
para intervenir en temas de salud, debido a que
se seleccionan expertos en el área disciplinar
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Validación de instrumentos de recolección de información: implementando el modelo tristán/lawshe -
césar augusto Borromeo-garcía
recolección de datos para obtener resultados
conables y precisos en la investigación. La validez
se reere a la capacidad del instrumento para medir
adecuadamente el constructo que se está evaluando.
Charles Hubert Lawshe (1975) sugirió el Ratio
de Validez de Contenido (CVR, por sus siglas
en inglés) como una medida para determinar
la validez de contenido de un conjunto de ítems
en un instrumento de medición. El CVR se
utiliza especícamente para evaluar la validez de
contenido de cada uno de los ítems que componen
un instrumento de medición. Lawshe (1975)
propone que el CVR se calcule por cada ítem de
manera independiente de la siguiente manera:
Ecuación 1
Donde:
n
e
= número de expertos que consideran que un
ítem es esencial o necesario para la medición.
N = número total de expertos que participan en
la evaluación.
Es importante mencionar que Lawshe propone
que al evaluar los ítems se consideren entre 3
opciones: a) Esencial, b) Útil, pero no esencial, y
c) No necesario. Para el momento de evaluar los
ítems, solo aquellos considerados “Esenciales” se
deben incluir al momento de calcular el CVR. Es
decir, los “Útiles, pero no esenciales” y los “No
necesarios” no se contabilizan y en vez de eso se
consideran “no acuerdos”.
correspondiente para proporcionar una perspectiva
ajena a la del investigador. Existen dos tipos
de paneles: multidisciplinario, que signica que
pueden ser de distintas áreas; o bien de una sola
área, es decir, un panel unidisciplinario. Los paneles
multidisciplinarios pueden aportar comentarios
más ricos al trabajo del investigador.
La importancia del procedimiento de
validación de expertos es que contribuye a
minimizar algunas dicultades, por ejemplo, en
algunos casos, la revisión constante de un tema
por parte del investigador puede llevar a una
perspectiva cansada o parcial. El panel de expertos
busca ofrecer una visión nueva y sin conocimiento
previo de la propia investigación. Esto puede ser
incluso más benecioso que un proceso de piloto,
el cual puede ser evaluado por el investigador y, por
lo tanto, no eliminar su visión cansada o parcial.
La combinación de métodos de validación puede
mejorar la abilidad del instrumento. Sin embargo,
en ocasiones, por limitaciones de tiempo, espacio,
nancieras u otra naturaleza, puede no ser posible.
Para esta investigación, se decidió continuar
solo con la validación de expertos en el área
debido a limitaciones de tiempo. Como el objetivo
de este estudio fue examinar la transferencia de
tecnologías emergentes del área de la salud a la
enseñanza en dicha área, se propuso un panel de
expertos conformado por profesionales de la salud,
educación y estadística para obtener una visión más
completa y mejorar la validez del instrumento.
Modelo de Lawshe
Después de haber formado el panel de expertos,
el siguiente paso es validar los instrumentos de
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grandes. El CVR es una herramienta valiosa para
evaluar la calidad de los ítems en un instrumento
de medición, ya que permite determinar qué ítems
deben ser incluidos y cuáles deben ser eliminados.
Además, el CVR también puede utilizarse para
comparar diferentes versiones de un instrumento.
Sin embargo, como Tristán (2008) menciona, este
modelo de Lawshe puede ser riguroso para paneles
pequeños (se requiere casi consenso total con hasta
siete expertos) y laxo para paneles muy grandes
(se requiere poco consenso con 40 expertos).
Por lo tanto, es importante tener en cuenta
que el panel de expertos debe estar debidamente
capacitado en el tema que se va a evaluar, y que se usen
técnicas de análisis estadístico para complementar
la evaluación de la validez de contenido. De esta
forma, se puede lograr una evaluación rigurosa y
conable de la validez del instrumento de medición.
Una vez que se tiene el CVR, Lawshe propone
calcular el Índice de Validación de Contenido
(CVI, por sus siglas en inglés), el cual es un índice
general del total de los ítems seleccionados. La
fórmula propuesta por Lawshe es la siguiente:
Ecuación 2
Donde:
CVRi = Ítems aceptables de acuerdo al criterio
de Lawshe.
M = Total de ítems aceptados para la prueba.
Con este número se puede calcular la validez del
instrumento. En términos generales, entre mayor se
Una vez calculado el CVR para cada ítem, se
puede determinar si estos son o no válidos para
medir el constructo en cuestión. El resultado de la
operación antes descrita será un índice que oscila
entre -1 y 1. De forma general, un ítem puede ser
aceptado si su valor es mayor a 1 y rechazado si
es menor a cero. No obstante, Lawshe propone
que, dependiendo la cantidad de expertos, el índice
variará para ser aceptado (ver Tabla 1). Lawshe
(1975) propone estos números:
Tabla 1
Número de panelistas y CVR requerido en cada caso
Número de panelistas
CVR requerido del ítem
para ser incluido
5 .99
6 .99
7 .99
8 .75
9 .78
10 .62
11 .59
12 .56
13 .54
14 .51
15 .49
20 .42
25 .37
30 .33
35 .31
40 .29
Fuente: Lawshe (1975, p. 568).
A pesar de su utilidad, el modelo de Lawshe también
tiene limitaciones, como la rigidez en su aplicación en
paneles pequeños y la falta de precisión en paneles
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Validación de instrumentos de recolección de información: implementando el modelo tristán/lawshe -
césar augusto Borromeo-garcía
Ecuación 3
Donde:
Ne = número de panelistas con acuerdos
“Esencial”.
N = número total de panelistas.
Luego de esto, Tristán propone que todos los ítems
que tengan un CVR’ mayor a 0.58 sean incluidos,
y que esto llevará a que el CVI sea igualmente
mayor a 0.58, por lo que este índice solo se obtiene
promediando los CVR’ sin una fórmula especial.
RESULTADOS
Validación de encuesta en el campo de la salud
En esta investigación, se utilizará la propuesta de
Tristán para validar la encuesta que busca conocer
la implementación de tecnologías emergentes en
instituciones de salud y si los profesionales de la
salud también las promueven en la educación
superior. La encuesta se enfoca en profesionales de
la salud en diversas especialidades, y su objetivo es
determinar la relación entre la implementación de
estas tecnologías en la práctica y su integración en la
enseñanza nivel superior en el área de la salud. Con
esta información, se busca mejorar la formación de
futuros profesionales en el campo de la salud.
Para crear la encuesta se siguió el protocolo
de Cisterna (2005), que recomienda la evaluación y
consideración de temas de investigación, preguntas,
objetivos, categorías, indicadores y nalmente
ítems para cada indicador. En primer lugar, se
acerque el índice a 1, es más válido. Y de la misma
forma, si los ítems individuales fueron aceptados
y solo se incluyen estos, el CVI debería ser igual
de válido. Lawshe simplemente sugiere medir el
CVI con el n de dar mayor validez al instrumento.
Modelo de Tristán
El hecho de que los ítems y el instrumento puedan
ser grandemente inuidos por la cantidad de
expertos llevó a Tristán a considerar que el modelo
de Lawshe, si bien es adecuado y se justica en la
metodología y modelos matemáticos de la época,
contaba con áreas de oportunidad. Tristán generó
una serie de adecuaciones para que el CVR de cada
ítem fuera más abierto a desacuerdos sin generar
necesariamente una desestimación del ítem cuando
el panel fuera muy pequeño, lo cual es común en
investigaciones pequeñas.
En esta versión, Tristán recomuenda una serie
de modicaciones matemáticas y metodológicas
a la forma de evaluación de instrumentos. Así, a
través de un proceso de normalización se rehace
la fórmula que sugiere Lawshe originalmente,
tratando de evitar el problema de que es muy
rígido o laxo. Esto signica que el CVR puede ser
menor en casos donde el panel de expertos sea
pequeño, brindando la posibilidad de mantener
ítems que tienen desacuerdos en solo algunos de
sus miembros. Tristán propone entonces un CVR
válido de 0.58, sin importar el tamaño del panel de
expertos. Es decir, desacuerdos independientes no
eliminan el ítem en cuestión, lo cual era común en el
modelo original. De esta forma, Tristán propone la
siguiente fórmula para calcular el CVR modicado,
que denomina CVR’:
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Las subcategorías surgieron tras el análisis
de información recopilada de diversas fuentes,
lo que reeja que los profesionales de la salud
las consideran como los principales usos de la
tecnología en su campo. Ahora, el enfoque se
centraría en determinar cómo se están utilizando
estas tecnologías en la educación en el área de
la salud en el Estado de Puebla. Sería necesario
identicar qué tecnologías especícas se están
implementando y cómo se están promoviendo
entre los estudiantes de diferentes especialidades
en el campo de la salud.
Por otra parte, algunas categorías como
Datos personales, Uso de tecnologías en institución
de salud, Uso de tecnologías en instituciones
de educación superior, y otras, también fueron
consideradas dado que las preguntas y objetivos
requerían su análisis. No obstante, un proceso
similar fue realizado en cada una de las categorías,
siguiendo el proceso antes mencionado.
Finalmente, se comenzó con la creación de
ítems para cada subcategoría. Dado que algunas
categorías presentaron posibilidades similares,
algunos ítems se crearon incluyendo a varias
categorías/subcategorías usando preguntas de tipo
“seleccione el caso que aplique”.
La primera versión del instrumento de
recolección de datos consistió en una encuesta
autoadministrada con 22 preguntas y una sección
inicial de datos estadísticos e información básica de
identicación (sin incluir datos personales, ya que
no eran relevantes para el propósito del estudio).
Dicha sección inicial no fue evaluada por el panel
de expertos, puesto que, no formaba parte del
proceso descrito por Cisterna (2005). Previo a la
establecieron los ejes temáticos a partir de una
revisión documental actualizada (no mayor de 10
años), donde se discutían las diferentes tecnologías
utilizadas en la atención médica y su uso (Barrientos
et al., 2016; Bolaños, 2014; César et al., 2018). Se
generó una lista de diversas tecnologías, incluyendo
software, hardware y fuentes de información, que se
han recopilado durante varios años de exploración
y sus posibles aplicaciones. Esto dio lugar al eje
temático del manejo de la tecnología en la práctica
del cuidado de la salud.
En segundo lugar, se examinó el problema,
las preguntas y los objetivos de investigación para
asegurarse de que siguieran un hilo conductor
con la información recopilada, especialmente en
relación con las necesidades tecnológicas de los
profesionales de la salud. Esto proporcionó una
base para determinar qué información buscar y qué
preguntas formular.
En tercero, se procedió a la creación de
categorías y subcategorías. Se establecieron tres
categorías principales: Uso de software, Uso de
hardware y Uso de bases de datos especializadas,
y se subdividieron en las siguientes subcategorías:
Atención al paciente, Tratamiento, Diagnóstico,
Esterilización, Monitoreo/Control de salud, Apoyo
psicológico a pacientes, Implantes, Modelado
o demostración, Análisis de muestras médicas,
Administración u organización, Búsqueda de ayuda
o información médica para el paciente, Asistente
personal digital, Promoción/Socialización de la
salud, Almacenamiento de documentos o archivos,
Investigación y/o desarrollo, Divulgación,
Comunicación, y Análisis o procesamiento de
información.
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Validación de instrumentos de recolección de información: implementando el modelo tristán/lawshe -
césar augusto Borromeo-garcía
seguridad y certeza al instrumento de recolección
de información. Por lo tanto, se consideró que un
panel con nueve expertos era adecuado, según las
consideraciones de ambos autores.
Después de invitar personalmente a
los expertos y explicarles los objetivos de la
investigación, se les proporcionó un cuestionario
para evaluar las preguntas del instrumento. Este
cuestionario contenía cinco preguntas para solicitar
información sobre su experiencia en el área, así
como datos de contacto en caso de ser necesario
para aclarar comentarios. Además, se incluyeron
22 ítems para evaluar cada una de las 22 preguntas
del instrumento, según una de las tres opciones
disponibles: a) Esencial, b) Útil, pero no esencial, y
c) No necesaria. Al nal se agregó un espacio donde
podían incluir comentarios, dudas o sugerencias para
mejorar el instrumento. La evaluación les tomaba
15 minutos aproximadamente, y el tiempo que se
requirió para que todos los expertos respondieran
fue de una semana. Al nalizar se realizó una
medición del CVR (procedimiento de Lawshe), y
el CVR’ (procedimiento de Tristán) de cada ítem.
Se puede observar en la Tabla 2 que, siguiendo el
procedimiento de Lawshe habría aceptado solo
4 ítems, mientras que usando el procedimiento
normalizado de Tristán se aceptaron 15.
evaluación del panel de expertos, se revisó y se
agregaron los ítems necesarios para recolectar la
información requerida.
A partir de este proceso, se generó una
segunda versión del instrumento. La versión 2
conservó la misma cantidad de preguntas, pero
se reorganizaron algunas y se agregaron otras.
Además, se combinaron algunas preguntas en
una sola. Aunque la cantidad de preguntas seguía
siendo la misma, el contenido y la organización eran
distintos. Se llevó a cabo una revisión exhaustiva
del instrumento para garantizar su coherencia con
las categorías, subcategorías, preguntas y objetivos
de investigación. Una vez completada esta parte, la
segunda versión se envió al panel de expertos para
su evaluación.
El panel de expertos se integró con nueve
personas que contaban con diferentes perles para
apoyar en el desarrollo del instrumento. Uno de
ellos era experto en estadística, cuatro en salud (tres
de ellos con experiencia en educación superior) y
cuatro en educación. Se tomó en cuenta el modelo
de Lawshe (1975) y de Tristán (2008), que sugieren
que el panel de expertos debe ser conformado por al
menos cinco personas. Aunque el modelo de Tristán
permite hasta un mínimo de dos, se consideró que
un mayor número de expertos brindaría mayor
Tabla 2
Evaluación, y CVR y CVR’ por ítem
Fuente: elaboración propia.
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universciencia - año 21 - núm. 62 - 2023 - issn 1665-6830
Se consideran aceptados los ítems con un valor
CVR superior a 0.78 en el procedimiento de Lawshe
y a CVR’ 0.58 en el procedimiento de Tristán. El
procedimiento de Tristán es más permisivo en
cuanto a ligeros desacuerdos y permite validar
un instrumento que, de otra manera, habría sido
eliminado casi en su totalidad por el proceso
de validación de expertos. Debemos recordar
que solo se consideran como acuerdos aquellos
elementos con acuerdos totales, es decir, que hayan
sido calicados como “Esencial”. Los elementos
calicados como “Útil, pero no esencial” y “No
necesaria” se añaden a los desacuerdos y se deben
tratar así en las fórmulas anteriormente descritas.
Así, podemos ver que la pregunta 1 cuenta con
un acuerdo total al tener un CVR y CVR’ de 1.00,
mientras que la pregunta 2 y 3 tienen 6 acuerdos
y 3 desacuerdos cada una, y sus CVR y CVR’ son
iguales, aunque una de ellas tiene una respuesta
“No necesaria”. El CVR (procedimiento Lawshe)
habría excluido la pregunta 2, mientras que el
CVR’ (procedimiento Tristán) la incluye por
apenas poco. En algunos casos, como la pregunta
10, el CVR es negativo y el CVR’ es mayor que el
CVR, pero aún es menor que el 0.58 requerido
por Tristán, por lo que se descarta. Las preguntas
20 y 22 tienen CVR y CVR’ negativos y son
descartadas en ambos procedimientos.
Las preguntas eliminadas eran de seguimiento
de la pregunta anterior, por ejemplo, la Pregunta
11 (CVR’ de 0.889) indagaba sobre el propósito
de implementar el software, hardware y fuentes de
información, brindando varias opciones en cada
caso. Sin embargo, la Pregunta 12 (CVR’ de 0.222)
se descartó por ser una pregunta de seguimiento, la
cual decía: “Si desea agregar una opción no listada
en la pregunta anterior, por favor inclúyala aquí”.
Esto mismo sucedió con las P14, P16, P18, P20
y P22. El panel de expertos determinó que estas
preguntas no eran necesarias, dando una mayor
validez a la pregunta anterior.
Bajo una perspectiva convencional, descartar
preguntas que un grupo de expertos no acepta por
falta de acuerdo puede parecer normal, ya que se
espera que estos profesionales sean expertos en
sus áreas y brinden su apoyo en consecuencia.
Sin embargo, esta práctica también puede resultar
perjudicial para la investigación. Esto se debe a
que los instrumentos de investigación suelen ser
cuidadosamente diseñados, como en este caso en
el que se siguió un proceso sistemático de creación
de ítems basado en el problema, las preguntas
y los objetivos de investigación. Descartar este
trabajo por algunos desacuerdos puede desmotivar
especialmente a los investigadores principiantes
o estudiantes de posgrado en investigación. Por
lo tanto, un enfoque más estandarizado, como
el propuesto por Tristán, puede ser una forma
de mantener la consistencia en el trabajo sin
perder la seriedad y el esfuerzo requeridos en una
investigación rigurosa.
CONCLUSIONES
El proceso de validación resulta ser un paso crucial
en el desarrollo de un instrumento de recolección
de información. Se desea que este trabajo funcione
como una guía sencilla para llevar a cabo este
proceso, especialmente enfocado en investigaciones
cortas, de alcance mediano, con poco personal o con
complicaciones temporales. Es ya un proceso validado
por varias investigaciones que han comprobado
22
Validación de instrumentos de recolección de información: implementando el modelo tristán/lawshe -
césar augusto Borromeo-garcía
su utilidad, brindando conanza a los interesados
en usarlo de que ha sido ampliamente probado.
La propuesta de Tristán tiene como objetivo
normalizar los paneles de expertos que pueden
ser muy irregulares según la propuesta original de
Lawshe, especialmente si son grandes. Normalizar
los índices permitiría un proceso más uido para
el investigador, centrado en una validación por
mayoría de acuerdos, en lugar de enfocarse en el
tamaño del panel de expertos.
Sin embargo, esto no signica que los
paneles de expertos sean inútiles. De hecho,
proporcionan seguridad de que el panel es efectivo,
especialmente cuando existen diferentes perles
que brindan más validez. En el caso presentado
en este artículo, los panelistas son de tres áreas
distintas, pero relacionadas, lo que supone un panel
multidisciplinario que puede ser benecioso para la
investigación. Sin embargo, en términos de visión
disciplinaria puede haber grandes desacuerdos que
se reejen en instrumentos desestimados por este
mismo motivo.
En este trabajo, en particular, se analiza el
uso de la tecnología en diversas áreas del cuidado
de la salud para luego comparar su implementación
en la educación superior en el área de la salud.
Esta es un área donde se puede apoyar en la
multidisciplinariedad de paneles de expertos que
brinden miradas distintas y complementarias.
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