Maestro y lenguaje,

durante la educación

básica: ¿formador de

fracasos o productor

de éxitos?

Resumen

El objetivo principal de este artículo es conocer el impacto del lenguaje sobre la psique humana, autoestima y creación de significados connotativos que los estudiantes de educación básica hacen dentro de las aulas. La metodología del trabajo se basó en entrevistas pedagógicas aplicadas al universo de los padres de familia de 25 a 50 años; así como a profesores (hombres y mujeres) de educación básica con un rango de edad abierto.

El objetivo se planteó debido a que el aula de clases es el primer contacto que todo ser humano tiene con una pirámide social. De igual modo, se concluyó que durante ese lapso de tiempo formativo, no se adquiere únicamente conocimiento, sino también se crea en cada persona su modo de ser, la visión de vida y de sí mismo, a través del hilo conductor del lenguaje, el cual es reproducido y transmitido por la imagen del profesor.

Palabras clave:

lenguaje, psicoligüística, sociología, estudiante, docente.

1 Universidad de Oriente-Cancún, Profesor de Asignatura, karenreyes.capacitaciones@gmail.com

universciencia

Karen Reyes

Estrada1

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Abstract

The main objective of this article was to know the impact of language on the human psyche, self-esteem and the creation of connotative meanings that students of basic education do in classrooms. The methodology of the work was based on pedagogical interviews applied to a universe of parents from 25 to 50 years old; As well as teachers (men and women) in basic education with an open age range.

The objective was raised because of the concept of the classroom as the first contact that every human being has with a social pyramid. In the same way, it was concluded that during this period of formative time, not only knowledge is acquired but also the person’s vision of life and of himself is created in each person, through the guiding thread of language; which is reproduced and transmitted by the image of the teacher.

Keywords:

language, psychology, sociology, student, teacher.

Fecha de recepción: 15-noviembre-2017

Fecha de aceptación: 11-diciembre-2017

Introducción

El momento en el que un infante inicia su vida estudiantil –proceso que durará entre nueve y doce años (educación básica), dependiendo de las condiciones socioeconómicas que le rodeen– llega a conocer a la figura del profesor, quien se encargará de ambientarlo y acompañarlo, durante diferentes procesos formativos y sociales.

Se iniciará en fenómenos y ritos culturales, que se convertirán en su vida cotidiana,

como saludar al maestro que lo recibe todos los días, reconocer a las figuras de autoridad, convertirse en un ser activo en su salón –núcleo social de ese lapso de vida–, y así ir creando un acervo de palabras que le ayudarán a poder expresarse.

Al respecto, Wittgenstein (2003) sostiene que la buena o mala voluntad no cambia al mundo, sólo cambiar los límites del mundo, no los hechos. Por consiguiente, lo que pueda ser expresado por medio del lenguaje, podrá vencer la barrera de sus propios límites, y por consiguiente los de su propio mundo; en ese juego de aprender, repetir, errar y construir, el alumno se topa con distintos personajes a su alrededor.

El estudiante que está en ese momento aumentando su capacidad de pensamiento simbólico y lógico, irá escuchando términos que serán los creadores de significados y de imágenes mentales, cargadas de ideas, conceptos y probablemente de barreras o de bases, para el crecimiento o derrota de su autoestima.

Pero, ¿de quién escucha esas palabras?; y más importante, ¿se las dicen a él o a ella?, ¿en qué momento se las expresan o las oye?, ¿cuál es el ambiente en el que ocurren?; finalmente, ¿cómo quedan impregnadas en el consciente e inconsciente de cada estudiante?; es en entonces que podemos fijar nuestras miradas, ¿en los profesores?

Los maestros, ¿son los iniciadores de los trastornos emocionales o los generadores de seres humanos seguros de sí mismos? Si nos situamos desde una perspectiva psicolingüística, la tendencia sería a inclinarnos a un sí.

A través de este artículo abordaremos momentos clave de la vida de un estudiante, y su interacción con el lenguaje y con los profesores, para poder crear una conciencia del impacto en la autoestima del estudiante en formación, pues con esto se estarían formando estudiantes que podrán hacer uso pleno de su inteligencia emocional.

2 Un funcionalista que sostenía que la sociedad tendía hacia la autorregulación y la autosuficiencia manteniendo determinadas necesidades básicas, entre las que se incluían la preservación del orden social, el abastecimiento de bienes y servicios y la protección de la infancia. Talcot Parsons (1949).

1. Métodos

El presente es un estudio expresivo, donde se tomaron en cuenta entrevistas pedagógicas a padres de familia de alumnos de educación, básica así como a docentes.

Los criterios de inclusión fueron padres de familia y profesores, que tuvieran contacto con el Gabinete de Aprendizaje. Ábaco Educativo, para recibir asesoría pedagógica o de logopedia.

Los instrumentos que se utilizaron fueron la revisión de las entrevistas pedagógicas, a padres de familia y profesores, de julio de 2013 a diciembre del 2016.

2. Resultados. La escuela desde una perspectiva sociológica

Cuadro 1. Resultados del impacto

lingüístico, primera parte

Fuente: elaboración propia.

Tomando la corriente y línea de Talcott Parsons,2 sobre la educación y la sociología, podemos hacer un análisis a modo reflexivo sntetizado en el siguiente cuadro.

Cuadro 2. Resultados del impacto

lingüístico, segunda parte

fuente: elaboración propia.

Los estudiantes reconocen e interpretan su realidad dependiendo de las herramientas que los docentes les otorguen. Entre ellas, está la clave del desarrollo personal e intelectual, el fomento de su facultad de lenguaje, la interacción con una lengua y el habla cotidiana.

Será sobre esas voces –que el profesor pronuncia en la cotidianidad–, que se irán formando y cimentando distintas emociones, y la capacidad de gestión de las mismas en cada aprendiz.

Aquí empezamos a tocar terreno delicado, ya que cada adjetivo que un educador utilice para describir una situación, se convertirá en un aliado o enemigo para ese estudiante aún más importante, será referencia futura para construir su criterio, ya que el maestro será en ese momento la figura de autoridad, respeto y el elemento clave para crear conciencia, del poder y e impacto de esas palabras.

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Desde una perspectiva sociológica, si la escuela es la encargada de reproducir modelos y valores sociales, que puedan ser catalogados como universales, entonces el lenguaje que use el actor principal, llámese en este caso el profesor, irá creando identidades culturales, de modo individual y colectivo.

Cada palabra negativa se irá “sellando” en el individuo, que lo llevará hacia la toma de actitudes nocivas; con cada palabra positiva, se fortalece la idea del estímulo, para ser una persona con capacidades sanas inter e intrapersonales.

Entonces, ¿es dentro de la escuela donde las palabras adquieren significado, emoción, sensación y huella? Desde un punto de vista cualitativo-sociológico, podríamos decir que sí, ya que la regularidad con la que ciertas palabras son utilizadas para caracterizar a los estudiantes y sus conductas, se convierten en hechos sociales colectivos, que terminan siendo de uso popular, sin importar el factor geográfico o sociocultural.

Los catedráticos son los transmisores de valores y juicios de valor, a través de las llamadas –de modo coloquial– “etiquetas”, para con el estudiante y su entorno. Según la línea de estudios de Ferdinand de Saussure,3 aquí se presentan algunos ejemplos que explican –de modo tangible– lo expuesto anteriormente, sobre las “etiquetas” que los estudiantes enfrentan en su vida diaria:

3 La denotación y la connotación son dos procesos inteligibles y cognoscitivos de la significación, cuya finalidad la manifiesta el emisor en el momento de la comunicación. Denotación, el significado se concibe objetivamente por los participantes de la comunicación. Connotación, corresponde a los valores subjetivos y múltiples que adquiere el significado (Armando Silva), depende de las experiencias socioculturales de los emisores. La connotación puede ser:1. Espontánea. (Nombre de animal aplicado a humano, número que evoca un concepto, nombre propio que recuerda un tipo de personaje).2. Contextual, se relaciona con los nuevos significados que puede adquirir un término lingüístico dentro de una determinada frase, una imagen dentro de una escena, etc.3. Connotación analógica, puede ser por comparación (“más blanco que la nieve”, “tus labios son como hilo dorado”, etc.); por plagio (de: “El amor en tiempo del cólera” se plagio: “el amor en tiempo del sida”, “el amor en tiempo de la guerra”, etc.) Saussure (1945).

Durante el avance de la vida académica, el o la estudiante, va resolviendo las palabras que se le decían para conseguir brindarle un ejemplo a él o ella, y sea un personaje activo y entendido de la meritocracia; comprendiendo por meritocracia cada uno de nuestros esfuerzos, así como de nuestros talentos, habilidades innatas y desempeño diario, y que como individuos van a regular el lugar que ocupan socialmente.

El lenguaje al que estemos expuestos en el aula de clases, se vuelve creador de códigos que como individuos utilizáremos para validar ciertas decisiones y acciones; por ejemplo, la determinación de qué rama de estudios superiores seleccionar, pues si un alumno siempre escuchó que era “malo” para las matemáticas, considerará un error el elegir o inclinarse hacia las carreras del área físico-matemático; sin embargo, este binomio en realidad no es un hecho irrefutable ni un factor que no pueda ser modificado con el trabajo académico indicado.

Cuadro 3. Significados de la palabra y un uso en común

Fuente: elaboración propia.

El lenguaje se vuelve (sin darse cuenta) el sujeto, la compilación de reglas y códices, que lo dirigirán a un comportamiento laboral, social, formal, económico y familiar, bien definido; esto de nuevo nos lleva a conectar con la idea de la formación escolar, que más allá de conocimientos básicos, nos deja conductas que se irán reproduciendo de modo frecuente.

Los profesores deben estar capacitados para comprender que las aulas son universos donde comenzamos a organizar nuestras concepciones de la sociedad, y del modo en que como personas participaremos de ella.

Es por eso que cada léxico aprendido y comprendido, nos lleva a tener relaciones sociales marcadas por el mismo; por ejemplo, si los profesores se expresan de modo clasista, sobre situaciones como la desigualdad social, con palabras como “ellos, los otros, esas personas”, en distintos contextos, se crean vínculos semánticos, entre esas condiciones sociales, las palabras y el modo de usarlas.

Si los profesores se centran en crear con las palabras dentro del aula vínculos pragmáticos, entre situaciones de realidad, que se basen en respeto e igualdad, irán definiendo que las diferencias no son importantes y edificarán relaciones horizontales, que derivarán en la aceptación. Por ejemplo, al referirse a situaciones de diferencias sociales o de género, deberían seleccionar de modo cuidadoso sus vocablos, para no caer en clichés negativos. La clave para crear eso, es conocer el potencial del léxico, y entender que las situaciones del infante que estudia la educación básica, marcan sus recuerdos y, en más de una ocasión, su nexo con su futura realidad, ya que al narrar o recapitular situaciones escolares, es común escuchar a los adolescente o adultos mencionar la frase “el profesor dijo, la maestra comentó”, lo que podemos analizar como el pensamiento en forma de lenguaje, pues sirve para ir aclarando conceptos.

Conclusiones

Como sostiene Van Dijk (2005), es indudable que los estudios del discurso son relevantes en todas las disciplinas humanas y sociales. En los libros y las clases de ciencias sociales, se pueden analizar muchas dimensiones sociales del discurso. Muchos fenómenos sociales también se manifiestan en el discurso, y éste –cuando es impreso– es material fácil de buscar, recoger y analizar en clase.

En conclusión, podríamos decir que un plan de acción para la mejora de las aulas y de la educación como plataformas para el éxito o el fracaso, abarcaría las siguientes etapas:

1. La concientización de los profesores sobre el uso de “etiquetas” y de palabras durante la educación básica, funcionando como la primera fase para crear un cambio.

2. Después, es necesario involucrar y enseñarles a los mismos alumnos, sobre la calidad de las voces que utilicen, para su realidad.

3. Finalmente, los factores externos –como profesores de talleres, familiares, amigos y otros seres sociales con los que los estudiantes convivan– deberán ser parte del cambio, para que éste se dé completamente.

Las palabras no son únicamente sonidos que encadenados se convierten en significados; las palabras son los conectores que nos ayudan a tener ideas y pensamientos sobre nosotros mismos y nuestros futuros logros, por lo que una educación de calidad, con profesores que cuiden su discurso, repercutirá directamente en estudiantes exitosos y con calidad humana.

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REFERENCIAS

BIBLIOGRÁFICAS

Castillo, J. (2012). Sociología de la Educación. México:

Tercer Milenio.

De Saussure, F. (1945). Curso de Lingüística General.

Buenos Aires: Losada.

Gómez, G. (2004). Optimicemos la Educación con PNL,

Programación Neurolingüística. Colombia: Trillas.

Mooreman, C. (1998). Cómo hablarle a sus hijos. The

Parent Talk system. U.S.A: Personal Power Press.

Van Dijk, T. (2005). La estructura y funciones del

discurso. México: Siglo XXI.

Wittgenstein, L. (2003). Observaciones Filosóficas.

2007. México: UNAM, Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Autónoma de México.