Universciencia
ISSN: 1665-6830
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 2.0 Genérica (CC BY-NC-ND 2.0)
https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/deed.es
Universciencia
Mayo-agosto - Año 20 - Núm. 60 - 2022
http://revista.soyuo.mx/index.php/uc
universcienciasoyuo.mx
universciencia@soyuo.mx
Recepción: febrero-2022
Aceptación: marzo-2022
Pág. 7-16
Resumen
La forma en cómo concebimos y reexionamos al mundo, la otredad y a nosotros
mismos, guarda estrecha relación con la práctica cotidiana que realizamos. Por ello,
decidimos presentar un caso de análisis en el cual mostrar las implicaciones que
tiene pensar un problema desde la teoría tradicional, para después proponer una
elucidación del problema desde una reexión crítica. El caso que presentamos es el de
aquellos jóvenes identicados como “Ninis”, jóvenes que “ni estudian, ni trabajan”.
Este caso, consideramos, expresa de manera singular la violencia epistémica inscrita
en la reexión teórica tradicional y en la documentación de informes nacionales e
internacionales que, en este tema, ocultan y reican las condiciones materiales y de
posibilidad de estos sujetos sociales.
Palabras clave: violencia, juventud, subjetividad, teoría crítica.
Abstract
The manner how we conceive and reect the world, the alterity and ourselves, it’s
closely related to the daily practice that we perform. Thus, it becomes necessary to
present a case of analysis in which the implications of thinking a problem through
traditional theory are shown. After this, we would like to assay a proposal into the
same problem through a critical reexion. We present the case of those identied as
“Ninis”, young people who neither study nor work, because it uniquely expresses the
epistemic violence inscribe in traditional theoretical reection and in national and
international reports that masks and reies the material conditions and the conditions
of possibility of these social subjects.
Key words: violence, young people, subjectivity, critical theory.
7
La vioLencia epistémica de La teoría tradicionaL
1
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla-
Facultad de Ciencias Sociales. Profesor-
Investigador. Doctor. Puebla, México. E-mail:
josejcontrerasvizcaino@gmail.com ORCID:
https://orcid.org/0000-0002-2913-7751
Google Scholar: https://scholar.google.com/
citations?user=56iP6L8AAAAJ&hl=es
José Javier
contreras vizcaino
1
epistemic vioLence in traditionaL theory
universciencia - año 20 - núm. 60 - 2022 - issn 1665-6830
que no lo fuese, lo diré abiertamente: mi intención
al traer a la palestra la cuestión “nini” es provocarles
–en especial a las y los lectores jóvenes–. Y lo hago
porque todas y todos, en algún momento, nos vemos
afectados directamente por la demanda social de
estudiar o trabajar, experimentamos la exigencia de
nuestras sociedades y de nuestras comunidades de
llevar a cabo una actividad de las dos, o, incluso en
no pocos casos, de ambas.
DESARROLLO
Genealogía y teoría tradicional
El concepto “Nini” surge en Inglaterra en 1999
cuando, por encargo del primer ministro Tony
Blair, la Unidad para la Exclusión Social (SEU,
por sus siglas en inglés) debía: “trabajar con otros
departamentos para evaluar cuántos jóvenes de
entre 16 y 18 años están sin educación, trabajo
o capacitación laboral o profesional, analizar las
razones del por qué y presentar propuestas para
reducir los números signicativamente”.
3
A lo largo de la primera década del actual
siglo, este tipo de trabajos se replicaron en varios
países asiáticos (Japón, Corea del Sur y Taiwán), así
como en América del Norte (Estados Unidos de
Norteamérica, Canadá y México), y en otros países
(Australia, Argentina, Brasil, Uruguay, Suecia,
España o Portugal, entre otros) (Gumbel, 2012).
Para el año 2013 el concepto “Nini”, que en
inglés se denominó “NEET” – por not in education,
employment or training”– y que se abrevió a “ni estudia ni
trabaja”, cambió a “NLFET” –“neither in the labour force
nor in education or training”–, que podríamos traducir a
INTRODUCCIÓN
2
Para comenzar permítaseme hacer una aclaración
que considero pertinente. Los lectores se estarán
preguntando ¿qué tiene que ver la violencia con el
conocimiento? O ¿cómo determinado tipo de hacer
teórico puede producir violencia? Más aún, frente a
los niveles de violencia materiales ¿qué interés tiene
cuestionarnos acerca del campo del conocimiento?
¿Por qué este tipo escribe de problemas teórico-
losócos, abstractos… acaso no se da cuenta que
hay problemas concretos más urgentes?
Bueno, por estas preguntas y otras que irán
surgiendo es que preciso adelantar que: la forma
en cómo concebimos y reexionamos al mundo,
a la otredad y a nosotros, guarda una estrecha
relación con la práctica cotidiana que realizamos.
Incluso, podríamos decir que teoría y práctica
son dos aspectos distinguibles, más no separables
ni dicotómicos, de nuestro hacer cotidiano. Por
lo tanto, adelanto también que: la teoría que
se denomina “tradicional” ejerce una violencia
concreta a quienes conocen y hacia aquello que
conocen, a través de los conceptos que utiliza para
nombrarle.
Dado, pues, que mi planteamiento supone
una discusión aparentemente teórica, lo que
intentaré será presentar un caso de análisis en el
cual mostrar las implicaciones que tiene pensar
un problema desde la teoría tradicional, para
después ensayar elucidar el problema desde un
planteamiento crítico.
El problema que quiero presentarles y
discutir con ustedes es el caso de los “Ninis”. Mi
intención al presentar este problema es bastante
transparente, al menos para mí; pero en el caso de
2
Artículo original derivado del proyecto de investigación y la
conferencia titulada: La violencia epistémica de la teoría tradicional,
ofrecida en la ciudad de Puebla, México.
3
La traducción es propia. El texto señala: “work with other departments
to assess how many 16–18 years old are not in education, work or training,
analyse the reasons why, and produce proposals to reduce the numbers
signicantly” (Social Exclusion Unit, 1999, p. 2).
8
La vioLencia epistémica de La teoría tradicionaL -
José Javier contreras vizcaino
“ni en la fuerza laboral ni en la educación, o en
capacitación profesional o laboral”.
4
Dicho viraje
se presentó en un reporte de la Organización
Internacional del Trabajo (2013; 2015; 2017),
5
impulsado por un conjunto de discusiones acerca
del concepto en varias partes del globo, y que en
América Latina tomaron fuerza dos argumentos
principalmente: el primero de ellos tiene que ver
con la falta de claridad para clasicar a la población;
mientras el segundo plantea la discriminación que
el término incita y la implicación “política” del
mismo.
En relación con el primer argumento –la
opacidad del concepto para la clasicación-, los
teóricos tradicionales de corte cuantitativo, señalan
que el término “Nini” -tal como se conceptualiza
de manera convencional “jóvenes de 14 a 29 años
de edad que no asisten a la escuela ni tienen trabajo
(no desarrollan actividades para generar oferta de
bienes y servicios” (Corona, 2016, p. 161)-, no
aclara la complejidad de situaciones particulares
que se presentan en los casos de los jóvenes en edad
de trabajar, que no estudian ni trabajan pero que
realizan otras actividades. Lo anterior se presenta
porque el concepto “nini” incluye a las personas
que no estudian, a las desocupadas, a las disponibles
y las no disponibles para trabajar.
6
Por lo tanto, el término, en la perspectiva de
algunos autores, “ni es pertinente ni es útil, al ver
problemas donde no los hay e ignorar problemas
donde pudiera haberlos” (Leyva & Negrete, 2014).
Al no diferenciar claramente las variables del
fenómeno, guarda en un mismo saco tanto a las
personas que no estudian ni trabajan porque se
dedican a cuidar a alguien, como a las personas
discapacitadas para realizar una actividad escolar o
laboral, o a los jóvenes que “deciden” ni estudiar ni
trabajar (D’Alessandre, 2013).
Al nal, la argumentación de la teoría
tradicional en contra del concepto, tanto en
términos cuantitativos como cualitativos, pasa por
cuestiones puramente metodológicas y técnicas. Es
decir, se reduce a cuestionar la “pertinencia” del
concepto para clasicar el fenómeno de los jóvenes
que no son parte de la fuerza laboral ni están en
procesos de aprendizaje: se queda en la pregunta
por el cómo observo y mido dicho fenómeno.
Por otro lado, aunque no muy distanciado
del primer argumento, se hallan las discusiones que
vislumbran el carácter discriminatorio del concepto
y que, por lo mismo, perciben el peligro en costes
políticos al producir una deslegitimación de los
gobernantes frente a esta población.
En el caso de estos argumentos podríamos
discernir dos análisis que corren emparejados. Por
un lado, están quienes plantean que el concepto
es abiertamente discriminatorio, que ha generado
una ola de agresiones y violencias en contra de
las y los jóvenes; y que individualiza la “culpa”
generalizando una opinión de la juventud como
ojos, holgazanes y mantenidos.
La teoría tradicional que soporta este
argumento, con razón, señala que el concepto
focaliza la atención en los jóvenes, construyendo
una noción del problema como uno particular
de LA juventud. Por lo que, no da cuenta ni de
4
Afortunadamente, ya no se intentó hacer un acrónimo con esta
signicación.
5
Aunque cabe señalar que no todos los organismos internacionales
han seguido dicho cambio, la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE) entre ellos.
6
Población desocupada: Personas de 15 y más años de edad que
en la semana de referencia buscaron trabajo porque no estaban
vinculadas a una actividad económica o trabajo. Población disponible
para trabajar: Personas de 15 y más años de edad que no estuvieron
ocupadas en la semana de referencia, pero buscaron activamente
incorporarse a alguna actividad económica en algún momento
del último mes transcurrido. Finalmente cabe mencionar que el
término de “Población no disponible para trabajar” se modicó
por “Población no económicamente activa”: Personas de 15 y más
años de edad que en la semana de referencia únicamente realizaron
actividades no económicas y no buscaron trabajo. Cfr. INEGI,
Glosario de la ENOE 2015 en: http://www.beta.inegi.org.mx/app/
glosario/default.html?p=ENOE15#letraGloP
9
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la generalidad de la condición de desempleo en
los diferentes ciclos vitales y tiempos de la vida
humana –es decir que la condición de “parados/
desempleados” no es únicamente de los jóvenes-,
ni de las condiciones de imposibilidad que tiene la
juventud para mantenerse en el estudio o conseguir
un empleo formal con prestaciones sociales
mínimas y un salario digno.
La parte que complementa este argumento
acerca de la particularización de un problema
que es, en realidad, estructural y que afecta a la
sociedad en general, tiene que ver con los costes
políticos que puede llegar a representar sostener
un argumento como el de: “la juventud en México
está fatal, son todos una bola de ojos, mimados y
mantenidos que se la viven en los video juegos, etc.,
etc., etcétera”.
propuesta de Johnson et al. (2006) y Johnson
(2010). La búsqueda de literatura se llevó a cabo
sin delimitación temporal para libros y artículos
publicados en revistas cientícas, en idioma español
e inglés, utilizando las palabras clave: manglar,
mangle, hongos micorrizógenos arbusculares,
micorriza arbuscular, humedales, efectividad,
dependencia micorrízcica, población, comunidad,
ecosistema.
Y es que no podemos dejar pasar el hecho
de que esta población de jóvenes de entre 15 y 26
años representa, aproximadamente, entre 25 y 29
millones de personas,
7
o en términos pragmáticos
de la política institucional, 25 a 29 millones de
votantes y futuros votantes. Por lo que, ningún
partido político o político en su sano juicio, aunque
no haya muchos de esos en nuestro país, sostendría
un argumento que vaya abiertamente en contra de
esta población electora.
Estos son grosso modo algunos elementos
históricos del concepto, la génesis del mismo, y
los argumentos que se esgrimen sobre y alrededor
de él. Sin embargo, todos los argumentos que he
presentado pertenecen, en cierta medida, a lo que
llamamos teoría tradicional.
8
La cuestión Nini como concepto de la Teoría tradicional
En primer lugar, una de las características
principales del pensamiento tradicional es sostener
que el conocimiento es una acumulación incesante
del saber, en forma tal que permite clasicar y
ordenar bajo el mismo sistema toda la naturaleza,
tanto inerte como móvil. En este caso, percibimos
que uno de los argumentos más utilizados para
discutir la “cuestión nini” tiene que ver con la
“pertinencia” o “utilidad” del término para clasicar
a la población; es decir, lo relevante del término
es que semánticamente identique una población
con las mismas variables, de tal forma que permita
ordenarla dentro del conjunto de la población.
De esta maneraEntonces, una vez identicada
la población es más sencillo buscar las razones o las
causas de su comportamiento; es decir, explicarla. El
hecho de preguntarse por lass causas del fenómeno
“nini” supone que, de hecho, el problema existe y
que guarda cierta estructura lógica armónica que
permite formular hipótesis de explicación causal
del fenómeno que habilite “descubrir su esencia o
naturaleza”.
Estas explicaciones causales pueden llegar a
esencializar el problema presentándolo como un
problema “natural”, es decir, que es un problema
propio de la “naturaleza humana”; por ejemplo,
7
Según datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográca
de 2014. Cfr. http://www.beta.inegi.org.mx/proyectos/enchogares/
especiales/enadid/2014/default.html
8
Para ahondar en las características de la teoría tradicional en
contraposición de la teoría crítica, Cfr. (Horkheimer, Teoría
tradicional y teoría crítica, 2003).
10
La vioLencia epistémica de La teoría tradicionaL -
José Javier contreras vizcaino
los enunciados que plantean que las y los jóvenes
son por “naturaleza” inestables emocionalmente,
conictivos y holgazanes; que el hecho de que les
ojera estudiar o trabajar es “normal” o “natural”.
CiertaLa Psicología , por ejemplo, constantemente
apela a las nociones del “ciclo vital” para armar
dichos enunciados hipotéticos (Piaget, 1964;
Erikson, 2002; Kohlberg, 1976; Papalia, 2016).
Finalmente, una característica que comparten
todos los argumentos de la teoría tradicional es que
la especialización que exige el entendimiento de “lo
real” se reeja en la demanda de productividad y
aplicabilidad técnica del conocimiento que produce.
Es decir, el conocimiento que produce la teoría
tradicional contribuye y posibilita la reproducción
material y simbólica del sistema capitalista.
En el caso de la discusión semántica técnica,
el problema es obvio: al clasicar y ordenar de
mejor manera a la población puedo “focalizar” las
políticas públicas, lograr un mejor diseño de las
mismas y medir de manera más precisa su impacto
(se eliminó de las mismas)su impacto.
En el caso de los argumentos en contra del
concepto por promover la discriminación, las
conclusiones derivan en la intención y anhelo de
“generar condiciones más óptimas para las y los
jóvenes”, ya sea para que les permita continuar sus
estudios, o para incorporarse al mercado laboral.
Esto es, la solución a la “cuestión nini” sigue
enmarcada en términos del propio sistema, aunque
denuncie sus carencias: por un lado, se puede
apostar al mercado educativo e incentivar que las y
los jóvenes continúen sus estudios otorgando becas
de manutención o de colegiaturas, aumentando la
matrícula en la educación media superior y superior,
abriendo nuevas carreras técnicas o licenciaturas, etc.
Por otro lado, se puede apostar al mercado
laboral y reformar las leyes para que las condiciones
de primer empleo para la juventud sean más
equitativas y justas; se pueden “exibilizar” los
esquemas de contratación para que estos jóvenes
puedan incorporarse más rápidamente a la fuerza
laboral; se pueden proporcionar un conjunto de
capacitaciones continuas que permitan una mejor
preparación de la mano de obra; o incluso se puede
generar una participación entre las empresas y las
instituciones educativas con el n de inaugurar
carreras técnicas, licenciaturas, especialidades
o diplomados –o modicar planes de estudio y
mapas curriculares existentes– para que satisfagan
de “mejor” manera la demanda del mercado de
trabajo; etc.
Estos y otros argumentos más han sido
esgrimidos por la teoría tradicional, ya sea a favor
o en contra del concepto o la cuestión “nini”. Sin
embargo, lo cierto es que aún la crítica al concepto
“nini” esbozada por esta teoría, sigue siendo una
crítica inherente al problema, es decir, que parte de
la misma conceptualización y las mismas premisas
para reexionar sobre dicho supuesto. La “crítica”
se reduce pues a la disputa técnica o metodológica
del concepto, más carece de profundidad
epistemológica y teórica.
Incluso, quizás el rasgo más evidente de esta
actitud acrítica sea que ningún argumento explica el
concepto, sólo lo da por hecho, al igual que da por
hecho otros conceptos que, de alguna manera u
otra naturaliza; los cuales sostienen al sistema desde
donde se piensa –por ejemplo, trabajo, educación,
juventud–.
11
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Discusión: ¿El trasfondo de la cuestión “Nini”?
La mirada tradicional, decíamos, entiende el concepto
“nini” como aquellos sujetos adolescentes, que se
encuentran dentro de la categoría de Población en
edad de trabajar,
9
que no estudian, ni trabajan, ni
reciben capacitación o formación laboral alguna.
Fundamentalmente, el origen del concepto
en la teoría tradicional está íntimamente ligado
con la transición demográca a nivel global, la
cual ha provocado un proceso de envejecimiento
de la población a la par del “bono demográco”.
10
La pregunta fundamental para los organismos
internacionales y los gobiernos nacionales es:
¿cómo optimizar el bono demográco para sostener
el proceso de envejecimiento de la población y
garantizar el nanciamiento del gasto futuro?
En otras palabras, demográcamente en
el mundo sucedió que las personas comenzaron
a vivir más o a prolongar su esperanza de vida
–debido a los avances tecnocientícos en medicina,
principalmente, a la ausencia de guerras declaradas
11
y de pandemias mortales, entre otros factores–,
mientras que se redujeron las tasas de natalidad y
de fertilidad. Lo anterior produjo que, en términos
brutos, la población en edad de trabajar (de 15
a 65 años) en México sea mayor a la población
dependiente (menores de 15 y mayores de 65 años).
Pero, ¿por qué resulta importante este
fenómeno? Bueno, si consideramos que la población
en edad de trabajar tenía –en años anteriores– menos
gastos con relación a sus salarios –es decir, gastaban
menos de lo que ganaban–; pues lo que están
esperando los teóricos tradicionales es que las tasas
de productividad, ahorro e inversión crezcan en el
país, permitiendo el alza en el Producto Interno
Bruto, mayor recaudación de impuestos, etcétera.
En conclusión, se espera una mayor acumulación
de capital y, por lo tanto, crecimiento económico.
La mayor parte de los reportes de la OCDE
12
demandaron la reingeniería –dícese reformas– en
la política pública que promoviesen la contratación
de jóvenes, al dar un impulso para que el primer
empleo de los jóvenes fuese en condiciones
laborales favorables. La reforma laboral de 2012,
impulsada en México por Felipe Calderón y
aprobada por el PRI y el PAN en el Congreso de la
Unión, suponía apoyos scales a las empresas que
contratasen a jóvenes menores a 25 años, al igual
que incorporaba un conjunto de modicaciones
tendientes a “exibilizar” las condiciones de
contratación; mientras que el servicio profesional
de carrera buscó atraer a jóvenes profesionistas
con estudios superiores al ámbito gubernamental;
y otras políticas públicas como, por ejemplo,
las plazas de repatriaciones y retenciones del
CONACyT sirvieron para el caso –aunque cabe
señalar que dicha política surgió principalmente
para aminorar la llamada “fuga de cerebros”–.
9
La edad mínima de trabajo en México, según establece el artículo
27 de la Ley Federal del Trabajo y el convenio 138 de la OIT, es de
15 años aunque, dados los requerimientos mínimos de condiciones
laborales para menores de 18 años, es poco probable que alguna
empresa acceda a contratarles, tal como señalan Hugo Ítalo y Oscar
De la Vega (Cfr. Nota del El Economista del 20 de julio del 2015:
https://www.eleconomista.com.mx/empresas/La-edad-minima-
para-trabajar-en-Mexico-es-de-18-anos- Canacintra-20150721-0086.
html recuperada el 25 de marzo de 2018).
10
De acuerdo con el INEGI: “La transición demográca,
caracterizada por la reducción de la fecundidad y la mortalidad,
han provocado cambios importantes en la estructura por edad
de la población. Estos cambios han dado lugar a un proceso de
envejecimiento y la generación de un bono demográco que es
importante optimizar” (INEGI, 2016, p. 1).
11
Hay que recordar que el tiempo que se inicia con el n de la
Segunda Guerra Mundial en 1945, y que termina con la caída del
Muro de Berlín (1989) y la disolución de la Unión de Repúblicas
Socialistas y Soviéticas (URSS) en 1991, y que se denominó Guerra
Fría, no implicó un alto a los enfrentamientos bélicos o armados.
Sobre todo, si pensamos en la historia de nuestros países de
“Tercer Mundo”, que experimentaron y experimentan Guerras de
alta y baja intensidad o Guerras sucias a partir de enfrentamientos
entre levantamientos de liberación nacional y las guerrillas con los
gobiernos, o de dictaduras abiertas o encubiertas que provocaron
miles de muertos y desaparecidos. La “cantidad de luto” en nuestras
longitudes y latitudes asciende a 150 – 160 mil muertos y 40 – 45 mil
desparecidos entre 1960 y 1996 según los datos más convencionales.
Cfr. Figueroa Ibarra, Carlos. (2001). Dictaduras, tortura y terror en
América Latina. Bajo el Volcán. Vol. 2, núm. 3, segundo semestre.
BUAP: México. pp. 53-74.
12
Revisar OCDE Labour and Employment Ministerial Meeting. (15
de enero de 2016). Building More Resilient and Inclusive Labour
Markets. How does your country compare? Recuperado el 10 de
marzo de 2018, de OCDE: http://www.oecd.org/employment/
ministerial/How-does-your-country- compare.pdf;
OCDE. (2014-2017). Investing in Youth. Brazil; Túnez; Letonia;
Lituania; Australia; Suecia; Japón: OCDE.
12
La vioLencia epistémica de La teoría tradicionaL -
José Javier contreras vizcaino
Los argumentos hasta aquí esgrimidos pueden
criticarse como excesivamente economicistas,
tecnicados o incluso de corte malthusiano;
empero, como señaló Bolívar Echeverría en una
ocasión: “percibir la reducción economicista [no
es] lo mismo que crearla” (2011a, p. 506). Pero
entonces, ¿resulta imposible o poco fértil criticar
el concepto “nini”? ¿Qué implica la crítica del
concepto, desde dónde parte nuestro argumento?
CONCLUSIONES
Elucidaciones o miradas críticas a partir de conceptos
tradicionales
Llegados a este punto, me parece que podemos
intuir ciertas contradicciones que se expresan al
interior del concepto “nini”; sin embargo, intentaré
elucidar la cuestión de las y los ninis para mostrar
la tensión entre las explicaciones teóricas que
abordan y construyen dicha problemática desde la
teoría tradicional, y la posibilidad de reexionar el
problema desde la teoría crítica.
Repitámonos la pregunta o fenómeno
fundamental -que sostengo- está detrás de la cuestión
“nini”: ¿Cómo optimizar el bono demográco
para sostener el proceso de envejecimiento de la
población? Parafraseado la pregunta de manera
distinta, ¿cuánta riqueza debo producir para
sostener a la población dependiente -que no está en
edad de trabajar (menores a 15 años y mayores de
65 años), y, simultáneamente, aumentar los niveles
de vida de la población que trabaja?
Para comenzar, habrá que rescatar desde
la experiencia concreta de los sujetos sociales
esos atisbos de locuacidad y sabiduría que todas
y todos tenemos. La gente común de carne y
hueso, nosotros, al vivir la cotidianidad del mundo
experimentamos sus contradicciones (Holloway,
2011).
La teoría crítica no surge de la abstracción
del pensamiento para discutir la realidad, no
sobrevuela por encima de ella; sino que emerge
desde sus “dolores”, sus “cicatrices”, desde las
“huellas ondas” que deja marcada la dominación
en nuestros cuerpos, en nuestras experiencias
(Adorno, 2013). Para ello es ilustrativo mirar las
contradicciones que, en nuestros tiempos, se
expresan constantemente en términos grácos:
Meme 1
Juventud y experiencia
Fuente: https://www.pinterest.es/pin/736901557748334211/ Recuperado el 22 de mayo de 2018.
13
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Me parece que el ingenio popular es explícito y
virulento en contra de la incongruencia de nuestra
existencia en el capitalismo. Particularmente, en
este caso, evidencia el absurdo de las soluciones
“prácticas” que son producidas por la teoría
tradicional y su “reingeniería” o “reformas de gran
calado”.
Más aún, exhibe la mirada economicista y
cosicadora para con la vida y los sujetos sociales
implícita en la pregunta de la teoría tradicional. La
derivación lógica de la pregunta, la contradicción
inherente a la misma, queda expresada
prudentemente por esta imagen: mantener los
niveles de producción de valor requiere incorporar
a la fuerza laboral, a tantos empleados como
pueda; pero, además, la fuerza laboral debe estar
capacitada, debe ser competente, ecaz y eciente.
La teoría crítica surge de esta misma
experiencia cotidiana de la contradicción, no de la
“especialización” y la “tecnicación” de un grupo
de personas “objetivas” que piensen por encima y
por fuera de la sociedad dominada. La teoría crítica,
pues, no es una teoría sobre la sociedad, la juventud,
el trabajo, el desempleo o la violencia; sino es una
teoría desde la sociedad, la juventud, el trabajo, el
desempleo y la violencia.
13
La elaboración anterior nos lleva al segundo
punto: la realidad misma es contradictoria, es
por ello que los conceptos reproducen dichas
contradicciones. Si el pensamiento no se encuentra
por fuera y encima de la realidad, los conceptos
son un reejo de las contradicciones reales de la
experiencia en el capitalismo.
El cuestionamiento de fondo al que llegamos
desplegando la historia y el contexto del concepto
–aquel acerca del mantenimiento de la riqueza–,
nos plantea que la realidad en la que vivimos está
siempre en tensión y lucha entre dos aspectos
que la conforman: por un lado, la lógica del valor
valorizándose, de la ganancia, del dinero y del
capital; y, por otro lado, la lógica de las necesidades
y capacidades concretas de las personas de carne
y hueso. Dichas lógicas nos atraviesan todo el
tiempo, nos afectan emplazando nuestras prácticas,
pensamientos, comportamientos, interacciones,
gestos, lenguajes, etc. (Echeverría, 2011a, p. 67ss.).
La tensión, la lucha y el antagonismo que se
despliega en la relación contradictoria entre las dos
lógicas, termina decantándose, tendencialmente, en
el dominio de la lógica del capital y la subsunción
de la lógica de las capacidades y necesidades
concretas. Por ello, nuestros conceptos reproducen,
muchas veces, la misma pérdida u olvido: terminan
focalizándose más por las cosas abstractas como:
la riqueza, la ganancia, el Producto Interno Bruto,
etc.; que, por los sujetos concretos de carne y hueso,
por nosotras y nosotros mismos.
13
El argumento se encuentra desarrollado en el artículo de Richard
Gunn titulado “En contra del marxismo histórico: el marxismo
como un discurso de primer orden” (2005).
14
La vioLencia epistémica de La teoría tradicionaL -
José Javier contreras vizcaino
Las imágenes grácas o memes nos muestran lo
absurdo de muchas situaciones cotidianas; pero
también nos muestran nuestra angustia por no
cumplir las demandas sociales que nos imponemos.
Porque Pues si bien es absurdo pedirle a una persona
que para su primer empleo cuente con 10 años de
experiencia previa, también nos encontramos en
la situación en la que debemos seguir buscando
trabajo. Y por eso nos quejamos de los “ninis”,
de ahí la discriminación en contra de ellos y ellas,
los señalamos sin saber que a quienes estamos
señalando es a nosotras y nosotros mismos, a
nuestra sociedad y sus demandas absurdas.
Hace falta enfatizar que la lucha en contra
de la violencia pasa, necesariamente, por una lucha
en contra de la mirada que naturaliza fenómenos
tales como: el trabajo (en términos productivos de
generación de valor); la adolescencia (en tanto etapa
del ciclo vital transitoria de la niñez a la adultez); la
adultez (como la etapa plenamente productiva); y la
educación (como proceso formativo de capacitación
para el trabajo). En este sentido Horkheimer (2003)
señala que: “La teoría esbozada por el pensar crítico
no obra al servicio de una realidad existente: solo
expresa su secreto” (p. 248).
Finalmente, cabe señalar que (en oposición al
pensamiento esencialista e identitario de la relación
entre sujeto, teoría y objeto) más que explicar el
mundo, el pensamiento crítico pretende claricar
o elucidar las relaciones sociales contradictorias a
la par que clarica los conceptos y transforma los
objetos. En el entendido que son los sujetos sociales,
“con su mismo trabajo, [quienes] renuevan una
realidad que, de un modo creciente, los esclaviza”
(Horkheimer, 2003, p. 245).
Por ello, no existe una posición “privilegiada”
del sujeto cognoscente que pueda, externamente,
denir conceptualmente un proceso; sino que, por
el contrario, los sujetos llegan “al conocimiento
de su hacer, y así comprenden la contradicción
contenida en su propia existencia” (Horkheimer,
2003, p. 244). Hace falta pues, quitarnos el velo de
Meme 2
Experiencia y juventud
Fuente: https://www.pintzap.com/memes/trabajo Recuperado el 22 de mayo de 2018.
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universciencia - año 20 - núm. 60 - 2022 - issn 1665-6830
clase que supone la exclusividad del conocimiento
y llenar de sentido de la experiencia a aquellos
conceptos que, para bien o mal, utilizamos.
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