
Niveles de burNout de cuidadores primarios de adultos mayores de atlixco, puebla -
alejaNdra meliNa rojas-morales y samaNtha yazmíN Quirós-herrera
el caso de las mujeres este rol se une al de ama de
casa, lo que trae consigo efectos desfavorables para
la salud y disminución en la calidad de vida; lo que
implica la necesidad de búsqueda de profesionales
socio-sanitarios y la movilización de redes de apoyo
familiar y social (Delicado-Useros et al., 2001).
Entre sus labores se encuentra brindar
compañía y cuidado del adulto mayor (Ambriz-
López et al., 2014); además, no tiene normas de
horario ni procedimiento, comparte gran parte
de su día con el enfermo que cuida, muchas veces
las 24 horas, por lo que la ayuda que suministra
es constante e intensa y, en muchas ocasiones,
sobrepasa la propia capacidad del cuidador, lo que
conforma un evento estresante y crónico llamado
sobrecarga (Cardona-Arango et al., 2011). Otro
padecimiento importante de este tipo de cuidadores
es el Síndrome de Burnout, que se dene como el
desgaste emocional y físico que experimenta una
persona que dedica varias horas del día al cuidado
del paciente; además, el cuidador también puede
desarrollar sentimientos negativos hacia su familiar,
cayendo en la deshumanización (Ruiz-Ríos y Nava-
Galán, 2012).
Originalmente, el síndrome de burnout
se rerió al padecimiento que experimentaban
los trabajadores que dedican bastante tiempo a
la atención con personas, el concepto aparece a
mediados del 1970 y se dice que Freudenberger
fue el primero en emplearlo; sin embargo, fue
Maslach quien, posteriormente, desarrolla un
instrumento y teoriza sobre el fenómeno. Como
resultado, concibe al burnout como una variable
tridimensional que incorpora: agotamiento
emocional, despersonalización y falta de realización
personal. Esta variable se retoma en el síndrome del
población de seis millones 168 mil 883 personas,
de las cuales 630 mil 469 eran adultos mayores
de 60 años, esta cantidad representa el 10% de la
población total. Puebla es el estado número 16
de la lista de personas ocupadas en el cuidado de
personas dependientes (INEGI, 2017). Muchos
de ellos son atendidos diariamente por cuidadores
informales.
Los cuidadores primarios informales,
generalmente, son familiares que hacen cargo de la
asistencia del paciente geriátrico en una o más de
sus actividades básicas diarias, en la medida que no
recibe una remuneración y la demanda de tiempo
es alta, tienden a desarrollar una serie de afecciones
psicológicas, físicas y sociales. Estas afecciones
son resultado de la interrupción del ritmo habitual
de vida, puesto que estas personas limitan la vida
social y las horas de cuidado al paciente. Todo
ello, repercute de manera negativa su salud, como
problemas físicos, sociales, económicos y mentales
(Flores-Villavicencio et al., 2014).
Para convertirse en cuidadores primarios, las
personas deben pasar por fases, siendo la primera
la negación o falta de conciencia del problema;
la segunda, búsqueda de información sobre la
enfermedad del familiar; tercera, la vida de los
cuidadores se organizan en torno a los cuidados del
paciente, lo que implica una carga laboral y cognitiva
importante, aunque sentimientos de enfado que se
tuvieron en la primera fase persista; la última fase
es la resolución, aquí el cuidador organiza mejor su
vida, buscando apoyo para mejorar su calidad de
vida y la de su paciente (Ruiz-Ríos y Nava-Galán,
2012).
El rol de cuidador es un rol que implica la
pérdida de tiempo para el cuidado de sí mismo, en
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