
AdministrAción públicA y el pArAdigmA de lA gerenciA públicA -
JuAn Jesús limón gutiérrez y montserrAt miquel Hernández
es decir, el Estado tiene la tarea de atender de
manera inmediata las necesidades de la sociedad,
todo ello regulado por el Derecho Administrativo.
Su conguración se nutre y está cimentada bajo
directrices sociales y políticas:
La Administración pública moderna se
inscribe en la formación de la sociedad civil
y el Estado de derecho, lo cual signica
que su naturaleza responde tanto a valores
sociales como políticos. Sin embargo, la
Administración pública es portadora de un
amplio contenido público que tiene su origen
y riqueza en la diversidad de los elementos
que nutren la vida asociada. La importancia
de lo social y lo político es indiscutible para
la Administración pública; sin embargo, lo
público es punto cardinal para comprender
el objeto, alcance y compromisos que tiene
en la sociedad moderna (Uvalle-Berrones,
2007, p. 36).
Es decir, está concebida para otorgar respuestas a
las demandas del tejido social, ya que esto justica
su creación y su nalidad; al mismo tiempo, se
encuentra supeditada al Estado de Derecho, el cual
sujeta toda su actividad dentro del imperio de Ley,
y no solo sujeta dicho ejercicio, sino que, también
le dicta las pautas y directrices mediante las cuales
va a erigir su operatividad; directrices previstas en
el derecho administrativo.
Gerencia pública. Un nuevo Paradigma
El funcionamiento de la administración pública
se encuentra en un proceso de anquilosamiento.
Para poder superar este escollo, se debe transitar
del modelaje operativo que representa el paradigma
burocrático a un estilo más dinámico, innovador,
orgánico, casuístico y alejado de la mecanicidad.
Este contexto es que exige un tránsito hacia nuevos
modelos que permitan la ecacia al seno de las
instituciones gubernamentales.
La disciplina está siendo permeada de los
principios operativos de la gerencia privada, que
están siendo replicados al seno de las instituciones
gubernamentales. A este cambio de paradigma se le
conoce como el nuevo paradigma post-burocrático.
Por un lado, el modelo burocrático se erige
en una lógica construida a través del interés público,
de la eciencia, de la administración, del control
y de la especicación de funciones; mientras el
paradigma post-burocrático se construye y opera
bajo el horizonte de los resultados, de la calidad y
valor, de la producción, del apego a las normas, de la
identicación de una misión y servicios, de la lógica
comercial de los clientes y resultados, así como de
la identicación y resolución de problemas.
Es decir, mientras el modelo burocrático
tiene procesos operativos mecánicos, centralizados
en la toma de decisiones, justicando costos
de manera formal y no sustantiva, implantar
responsabilidades de manera jerárquica, seguir
reglas y procedimientos mecanicistas y operar
sistemas administrativos de forma irreexiva;
el paradigma post-burocrático se estructura en
función de la mejora de los procesos por medio
del diagnóstico, estudio, análisis y determinaciones,
descentraliza la toma de decisiones y del control,
al gobernado lo asocia con un cliente que debe
estar satisfecho con el servicio, atiende acciones
colectivas particularizando los asuntos, genera
incentivos para los colaboradores, evalúa y analiza
resultados y genera acciones de retroalimentación
que generen mejoras en su funcionamiento.
En términos reduccionistas, lo que busca el
modelo post-burocrático es llevar a cabo acciones
gubernamentales que tengan valor en los albores de
la sociedad, que encauzan a mejores condiciones de
vida; cambiando la posición y el horizonte común
que, burocráticamente es tendiente al cumplimiento
jurídico-administrativo de sus atribuciones y
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